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Haz un guiño a las vedetes del folclore de Mons. Te espera desde el dulce «cayau de Mons» hasta la efigie del mono Singe du Grand Garde, que encontrarás en la fachada del Ayuntamiento. Otros dulces completan las especialidades locales para el placer de los paladares más refinados.

El cayau de Mons

Bajo este extraño nombre se esconde un dulce hecho con chocolate y galleta, procedente de Mons. Enteramente hecho en casa, este pequeño dulce redondeado está formado de una pasta de galleta recubierta de ganache con chocolate, avellana y un poco de merengue. Una pastilla de chocolate con la efigie del conocido mono Singe du Grand Garde lo decora.

El pavé de Mons

El pavé de Mons es un queso con una pasta blanda y corteza lavada, hecho con leche de vaca. Su sabor de queso «cuajado» no es ni muy suave ni muy fuerte, contrariamente al número de quesos de este mismo tipo. Lo encontrarás en las queserías de Mons así como en las charcuterías de productos locales.

El pagnon borain

El pagnon borain es una tarta espesa, hecha con una masa de levadura y azúcar moreno. Esta variante de la tarta con azúcar se realizaba, en sus orígenes, con los restos de la masa de pan. ¡Degústala con una buena taza de café!

Los vinos de aguja de Chant d’Éole

Ubicado en Quévy-le-Grand, un encantador pueblo de la región de Mons, este viñedo produce vinos espumosos desde el año 2013. El brut blanco de Blancs y el brut rosado se elaboran siguiendo un método tradicional que podrás descubrir durante una visita en grupo al lugar.

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